Xenofobia, mexicanofobia y la islamofobia

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Como dirían los adolescentes hoy en día “ ne…te… pasaste…!”, así mismo es un precio caro que está pagando el presidente, Donald Trump en los Estados Unidos, desde que ganó las elecciones presidenciales el magnate republicano al llevar su campaña caracterizada con tonos de racismo no solamente a mujeres, sino a clases étnicas.

Aunque no se le pueda culpar directamente al presidente estadounidense Donald Trump, sobre el problema que se vive actualmente en los Estados Unidos sobre este tema, no se le puede negar que definitivamente abrió en su país una gran puerta que para que la misma gente despertara este sentimiento de odio.

Sus decisiones sobre cómo manejar al país publicado en diferentes medios de comunicación a quienes él mismo rechaza y ha hecho una selección de unos cuantos son un ejemplo de racismo al no tratarlos por igual y más aparte sus comentarios que él mismo publica en sus redes sociales siendo el Twitter su principal instrumento para sacar su odio e impotencia lo ha llevado a unos de los más tristes capítulos de la historia de los Estados Unidos.

No se puede olvidar o mucho menos negar que la campaña de Donald Trump y todavía después de tomar posesión como presidente de los Estados Unidos se ha centrado fuertemente en minorías y extranjeros incluyendo musulmanes y mexicanos, ya que él los pintó a los dos grupos como amenazas a la paz y la economía de EU.

Esto mismo permitió abrir en EE.UU. una puerta para que los mismos estadounidenses creciera la intolerancia y aumento en los delitos de odio en contra de esos grupos, así como racismo en las diferentes etnias en general que viven de manera legal o nacidos en esa nación en donde la lista de incidentes por racismo va creciendo.

Donald Trump ha fomentado entre su propia gente la xenofobia, mexicanofobia y la islamofobia durante su campaña y después de ella, presentándose episodios de racistas o antisemitas, graffiti pro-Trump acompañado con amenazas y ataques contra musulmanes y gente de color.

Grupos que se consideraban como inexistentes como el “Ku Klux Klan” han renacido nuevamente, así como los actos de pro-nazi.

Algo que comenzó como una bola de nieve, ahora se está convirtiendo en toda una avalancha que no puede parar porque es parte de su personalidad, en donde ni siquiera está pensando en las consecuencias y el daño que le está haciendo al país que lo hiso millonario, es decir, se puede esperar una guerra civil y una crisis económica ya que no se puede olvidar que los Estados Unidos ha tenido como su eje económico el trabajo de las diferentes etnias como parte de su historia para poder levantarse como país.

Donald Trump, pretende sustituir a toda esa mano de obra con la sistematización y robotización, así como lo ha venido haciendo en algunas de sus empresas, en donde al final del día tampoco tiene contemplado ofrecer trabajo a los estadounidenses de color blanco, siendo éste el verdadero problema del desempleo en los Estados Unidos y no porque algún extranjero legal o ilegal le hayan quitado el trabajo sino es la modernización y el negocio de la robótica de las grandes empresas nacionales y multinacionales que se centran en la automatización industrial para producir a mayor velocidad y con el menor recurso humano.

No hay duda alguna que el presidente de los Estados Unidos, sea un excelente empresario porque si no de dónde saldría su gran fortuna, sin embargo, sus métodos de racismo en contra de su propio pueblo que lo llevó a la victoria será su propia aniquilación de su gente generado por su propio contagio de xenofobia, mexicanofobia y la islamofobia. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

Deja tu comentario